Trauma, resiliencia y cómo pueden ayudar los padres.
Clinical Expert: Jamie M. Howard, PhD
in EnglishTras varios meses de la crisis del coronavirus y con más incertidumbre y estrés por delante, la vida es difícil en estos momentos para los niños de cualquier edad. Muchos padres, al ver que sus hijos experimentan ansiedad, tristeza y desafíos de comportamiento, se preguntan cómo los afectará todo a largo plazo. ¿Pueden los niños estar traumatizados por la crisis del coronavirus? Y si lo están, ¿cómo podría saberlo?
Si bien esta situación es difícil para todos, la buena noticia es que los niños son resilientes, y los padres pueden ayudar a fomentar esa resiliencia. A pesar de que la crisis del coronavirus es estresante y podría causar dificultades a largo plazo para algunos niños, lo que usted haga ahora puede marcar una gran diferencia en el futuro. A continuación encontrará información esencial sobre el estrés, el trauma y la resiliencia, además de estrategias para ayudar a los niños a recuperarse y saber cuándo buscar apoyo profesional.
Para entender cómo podría afectar a su hijo la crisis del coronavirus, es útil saber qué es exactamente el trauma y qué no es.
“Un evento traumático sucede cuando alguien se ve amenazado físicamente o es testigo de que algo así le sucede a otra persona”, dice la Dra. Jamie Howard, psicóloga clínica del Child Mind Institute. “En un verdadero evento traumático hay daño físico y peligro involucrados”. Ejemplos de eventos que potencialmente podrían ser traumáticos incluyen accidentes graves, desastres naturales y experimentar violencia. El estrés a largo plazo, así como el abandono de forma persistente, el abuso o la discriminación, también pueden ser traumáticos.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el evento en sí mismo no determina si algo es traumático o no. El trauma se trata en realidad de la reacción del individuo ante un evento perturbador. El hecho de que un niño pase por algo que pueda ser traumático, no significa necesariamente que esto ocasionará un trauma.
“Dos niños pueden estar en el mismo accidente de auto, y uno puede experimentarlo como un trauma mientras que el otro no”, dice la Dra. Howard. “Realmente depende de la interpretación que el niño haga de la amenaza. Un niño podría sentir que casi se mueren, mientras que el otro podría decir, ‘¡Guau!, fue muy loco cómo dimos vueltas!’, y luego simplemente seguir adelante.”
No hay una manera fácil de predecir si un niño en particular quedará traumatizado. “Para muchas personas, la pandemia es sin duda un factor estresante importante pero no necesariamente un trauma”, dice la Dra. Howard. “Y para algunas personas, es un verdadero evento traumático”.
A los niños que les ha tocado tener la experiencia de la muerte o la hospitalización de un ser querido a causa de COVID, o que han estado muy enfermos, pueden sentir estos eventos como traumáticos. Los niños que han vivido la cuarentena en una situación violenta o abusiva también corren un alto riesgo de experimentar trauma en este momento.
Si su hijo no ha pasado por ninguna de esas experiencias especialmente estresantes durante la crisis, es menos probable que muestre signos de trauma.
Por lo tanto, el estrés que los niños han estado experimentando en los últimos meses podría tener otras consecuencias significativas que no se ajustan a la definición clínica de trauma. Aquí es donde entra en juego la idea de adaptación.
A veces, un evento o situación que no es una amenaza física inmediata puede de todas maneras desencadenar cambios emocionales o de comportamiento en un niño. Cuando un niño tiene problemas para adaptarse a un nuevo factor estresante, a menudo se dice que tiene un trastorno de adaptación.
Los acontecimientos estresantes de la vida, como un divorcio o una mudanza a una nueva casa, pueden causar a veces trastornos de adaptación en los niños. No es lo mismo que experimentar un evento traumático porque el niño no está en peligro, pero aún así puede conducir a desafíos como ansiedad, depresión o comportamiento disruptivo.
Entonces, aunque la crisis del coronavirus puede que no sea exactamente traumática para muchos niños, aún así puede ocasionar problemas de adaptación. “Hay una pérdida crónica en estos momentos”, dice la Dra. Howard. “Mucho de lo que los niños han perdido recientemente (el fin del año escolar, las celebraciones, el campamento) está relacionado con hitos del desarrollo. Estas cosas pueden parecer detalles para los padres, pero realmente importan mucho a los niños.”
Como madres y padres no podemos proteger completamente a nuestros hijos del estrés de esta situación, pero hay estrategias que podemos usar para apoyar su salud mental, ahora y a medida que los retos sigan presentándose.
Ya sea que su hijo haya experimentado un evento traumático o muestre signos de trastornos de adaptación, podría tener sentido buscar ayuda profesional.
Cuando se trata de trauma, es importante estar atento a los signos del trastorno de estrés postraumático o TEPT (PTSD, por sus siglas en inglés). Algunos signos comunes del TEPT incluyen estar constantemente en guardia ante el peligro, estar preocupado pensando en el evento traumático y tener emociones extremas de manera constante (o falta de emociones) que perduran mucho tiempo después del evento.
La gran diferencia con los trastornos de adaptación es que los niños generalmente no muestran signos exagerados de miedo. En lugar de estar nervioso o temeroso, su hijo puede experimentar ansiedad, tristeza, inquietud o irritabilidad persistentes.
Independientemente de que se trate de un trauma clínico, lo principal es estar atento a cambios significativos en los sentimientos o el comportamiento de su hijo, que no desaparecen con el tiempo. “Si un niño se aísla de la familia o han dejado de importarle los intereses y actividades que solía disfrutar, estas son señales de alerta de que algo está pasando”, dice la Dra. Howard. “Podría tratarse de un trastorno de adaptación o podría ser un trauma.”
Si usted cree que su hijo se beneficiaría de apoyo en salud mental, la Dra. Howard recomienda buscar un profesional que ofrezca terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma (TF-CBT, por sus siglas en inglés). La TF-CBT es un tratamiento basado en la evidencia, diseñado especialmente para niños y adolescentes, y a menudo puede ser proporcionada de manera efectiva a través de la telemedicina, para que su hijo pueda recibir tratamiento mientras cumple con las normas de distanciamiento social.
Notifications