Cómo hablar con tu adolescente sobre el consumo de sustancias
La investigación muestra que las reglas claras ayudan a mantener seguros a los niños.
in EnglishLo que aprenderá
- ¿Por qué es importante hablar con los adolescentes sobre el consumo de sustancias?
- ¿Cuáles son algunos consejos para tener esta conversación?
- ¿Cómo pueden los padres ayudar a mantener seguros a los niños?
Lectura rápida
Hablar con los adolescentes sobre las drogas y el alcohol es importante. Los adolescentes necesitan estructura para estar seguros. Contar con reglas claras sobre el consumo de drogas y alcohol puede ayudar. No se puede garantizar que las reglas no se rompan. Pero las investigaciones demuestran que los niños que tienen reglas claras, aunque las rompan, tienen menos probabilidades de meterse en problemas graves que los que no las tienen.
Sin embargo, puede ser difícil saber qué decir. No sorprendas a los niños con una gran charla. Más bien, dile a tu hijo que quiere tener una conversación sobre el consumo de alcohol y drogas. Sé claro sobre las reglas y específico sobre lo que sucederá si las rompen. Los niños se desenvuelven mejor cuando saben lo que les espera. Y, si tu hijo se siente presionado a hacer algo con lo que no se siente cómodo, unas reglas claras le facilitan decir que no. “¡No puedo, mis padres me castigarían durante una semana!”. Habla a tu hijo como te gustaría que te hablaran a ti. Al mostrarle respeto, le transmites el mensaje de que confías en que actuará de forma responsable, no solamente por ti, sino también por él.
Ayuda a tu hijo a entender por qué el consumo de alcohol o drogas es peligroso, y cómo tomar malas decisiones puede afectar su vida. Sé sincero y razonable. Brinda a los niños la oportunidad de expresar sus preocupaciones y sentimientos. Es posible que hayan estado esperando una oportunidad para preguntar o informarse sobre algo que les preocupa.
Hazles saber que tu objetivo es ayudarlos a estar seguros. Asegúrate de que tu hijo sepa que te puede llamar para pedirte ayuda en cualquier situación, sea cual sea.
La adolescencia es una época difícil. Los adolescentes apenas están comenzando a establecer sus identidades y esto a menudo significa poner a prueba los límites del control de los padres. Cuando se trata de drogas y alcohol, salirse de los límites puede conducir a un territorio peligroso.
Establecer reglas claras sobre el consumo de sustancias ayuda a dar a los adolescentes la estructura que necesitan para mantenerse seguros. Seamos realistas: no puedes garantizar que tus reglas no se rompan. Pero la investigación demuestra que los niños que tienen reglas claras son menos propensos a meterse en problemas serios que los niños que no las tienen. Incluso cuando se rompen las reglas, los adolescentes cuyos padres han expresado claramente lo que es y no es aceptable tienen menos probabilidades de llegar a los extremos y tienden a tomar decisiones más seguras.
Así que necesitas tener la conversación. Pero para muchos padres iniciar una conversación potencialmente difícil es desalentador. Unos cuantos consejos pueden ayudar a romper el hielo y hacer que la experiencia sea más ligera y productiva para todos.
Planifica la conversación
Iniciar abruptamente una conversación seria con tu adolescente puede hacerlo sentir acorralado y, por lo tanto, hacer que se ponga a la defensiva. Dale un aviso con anticipación y asegúrate de ser claro sobre lo que conversarán, para que todos estén preparados mentalmente. “Mañana por la noche vamos a tener una conversación sobre el alcohol y las drogas. No estás en problemas. Solamente quiero que hablemos sobre lo que pensamos y escuchar cualquier preocupación que puedas tener”.
Deja las reglas claras
Explica claramente tus reglas y las consecuencias específicas por romperlas. Evitar la ambigüedad le permite a tu adolescente saber lo que tú esperas de ellos, y la investigación muestra que los niños tienden a estar más seguros cuando sus padres establecen límites. Y para los niños que están siendo presionados a hacer algo con lo que no se sienten cómodos, puede ser más fácil si saben que pueden usar a sus padres como excusa para decir que no.
Explica tus razones
Sé muy claro acerca de tus razones para prohibir el consumo de sustancias. A menudo se ordena a los adolescentes que hagan las cosas sin que darles una razón clara del porqué. Además, al darles explicaciones los estás invitando a tener una conversación más abierta y adulta.
Las consecuencias potenciales de beber y consumir drogas son reales. Cualquier tipo de experimentación es ilegal cuando se es adolescente, y es peligroso.
Sé honesto y racional. Obviamente, algunas sustancias ilegales son más peligrosas que otras. La heroína es más peligrosa que la marihuana. Pero cualquier sustancia puede ser perjudicial: una cerveza intoxica, pero 10 cervezas podrían ser mortales.
Y cualquier consumo de sustancias limita la capacidad de pensar claramente y los niños son más propensos a encontrarse en situaciones problemáticas y potencialmente peligrosas, como conducir bajo la influencia del alcohol o tener encuentros sexuales no deseados o riesgosos. También puede afectarlos en la escuela. Si las autoridades los descubren consumiendo drogas o bebiendo alcohol, eso podría quedar en su registro, algo que no querrán cuando soliciten su ingreso a las universidades, y si practican deportes podrían ser expulsados del equipo.
Sigue la regla de oro
Habla con tus hijos de la forma en que a ti te gustaría que te hablen. Los adolescentes son extremadamente sensibles a la condescendencia, y es importante recordar que al final del día son ellos los que tomarán las decisiones finales. Trátalos como los adultos en los que quieres que se conviertan. Al mostrar respeto, estás modelando un buen comportamiento y dejándoles saber que esperas que actúen responsablemente, no únicamente por el bien tuyo, sino también por el de ellos.
Déjalos hablar
Brinda a los niños la oportunidad de expresar sus preocupaciones y sentimientos. Es posible que hayan estado esperando una oportunidad para hacer preguntas o para informarse sobre algo que les preocupa. Abrir un diálogo igualitario y activo aumentará las posibilidades de que tu hijo se sienta cómodo siendo honesto contigo en el futuro.
El dilema de “lo aprendí de ti, papá”
Los padres a veces se sienten hipócritas ocultando sus propias experiencias. Si tu hijo te pregunta si alguna vez has probado drogas, puedes optar por mantener tus experiencias privadas (no todo en tu historia necesita estar disponible para tus hijos) u optar por compartirlas, pero no seas nostálgico al recordarlo ni hagas lucir glamorosas tus experiencias. También puedes explicar que, como padre, es tu trabajo ayudarlos a evitar las cosas de las que luego se arrepentirán, y el consumo de sustancias definitivamente aumenta las posibilidades de hacer algo de lo que se pueden arrepentir.
Amnistía condicional
Lo que queremos, ante todo, es que los niños estén seguros. Ser abierto y honesto con tus hijos acerca de las drogas los alienta a corresponder. Una forma de crear medidas de protección para tu adolescente es tener una “política de amnistía”.
En una situación de amnistía, tu hijo puede llamar y pedir ayuda sin sufrir las repercusiones regulares que pudiera sufrir si hubiera intentado ocultar su comportamiento. Las políticas de amnistía mantienen a los niños seguros y los alientan a tomar las decisiones apropiadas sin quitarles responsabilidad.
Por ejemplo, si tu hijo (o su chofer designado) se emborracha en una fiesta y él/ella quiere irse, puede llamarte y pedirte que lo vayas a buscar, o puede pedir un taxi en lugar de ponerse en riesgo. Eso le permitiría volver a casa e irse a la cama sin gritos ni castigos. Por la mañana, tú y tu hijo podrían tener una conversación sobre el consumo de alcohol y la seguridad.
Una conversación continua
Hablar con tu adolescente sobre el consumo de sustancias debe ser un proceso, no un evento aislado. Los factores de riesgo para el consumo de sustancias pueden cambiar y multiplicarse a medida que los adolescentes superan las pruebas y presiones de la adolescencia. Manténte alerta a los cambios en el estado de ánimo y el comportamiento de tu hijo, si cambia sus grupos de compañeros y otras señales de que podría ser el momento de volver a hablar sobre su seguridad y sus expectativas.
Asegúrate de que saben que su conversación es una conversación abierta y que es una vía de ida y vuelta. “Voy a estar hablando contigo sobre esto a veces, y si tienes alguna pregunta o inquietud también puedes preguntarme”. Mantener las líneas de comunicación abiertas los ayudará a ti y a tu adolescente a sentirse comprometidos y seguros durante un tiempo potencialmente turbulento.