Para ayudar a un adolescente que tiene dudas sobre su identidad de género, es importante que le demuestres tu apoyo y aceptación incondicionales y que le hagas preguntas abiertas acerca de lo que está experimentando. También es importante estar atentos a las señales de algún problema de salud mental o bullying.
Cómo apoyar a niños que expresan dudas sobre su sexualidad
Ayudar a jóvenes en el proceso de definir su identidad de género y orientación sexual.
Expertos clínicos: Michael Enenbach, MD , Emma C. Woodward, PhD
in EnglishLo que aprenderá
- ¿Qué significa que un niño tenga dudas?
- ¿Cómo pueden las familias apoyar a los niños que tienen dudas sobre su identidad de género u orientación sexual?
- ¿Qué riesgos para la salud mental enfrentan los niños que tienen dudas?
Lectura rápida
Es común que los niños cuestionen su identidad de género y su orientación sexual, pero el proceso puede resultar confuso y atemorizante. A los jóvenes que se enfrentan a este tipo de dudas les va mejor cuando sus familias los apoyan.
Si tu hijo o hija acuden contigo con preguntas o preocupaciones sobre su identidad de género u orientación sexual, lo más importante es escucharlos y hacerles saber que los quieres y apoyas sin condiciones. Si crees que se pudieran estar cuestionando su identidad u orientación sexual, hazles saber que siempre estarás disponible para hablar. Luego, permíteles tomar la iniciativa, y no presiones para que hablen contigo si no quieren.
También ayuda hacerles saber que su familia acepta todas las identidades de género y orientaciones sexuales. Hablen abiertamente de las personas no heterosexuales en su vida y utiliza los pronombres correctos de las personas. Y si ellos quieren utilizar un nombre o pronombres diferentes, tómalo en serio y haz lo que te piden.
No todos los niños que tienen dudas están molestos o incómodos por ello, pero los niños LGBTQ+ corren un mayor riesgo de tener problemas como la depresión y la ansiedad, especialmente si se sienten rechazados por su familia o sus amigos. Presta atención a los grandes cambios de humor o comportamiento. Los niños que están muy angustiados por su identidad de género también pueden estar experimentando un problema de salud mental llamado disforia de género. La disforia de género conlleva un mayor riesgo de suicidio, pero el tratamiento puede ayudar mucho.
Es normal que tú también experimentes ansiedad o tristeza cuando uno de tus hijos tiene dudas. Estos sentimientos son válidos, pero es importante afrontarlos lejos de ellos, y seguir apoyándolos independientemente de cómo te sientas tú al respecto. Un terapeuta o una organización de apoyo como PFLAG pueden ser de ayuda.
En los últimos años, la forma en que tanto niños como adolescentes conciben el género y la sexualidad ha ido más allá de las simples opciones de hombre/mujer y homosexual/heterosexual. Esto les da mucha más flexibilidad para comprender y expresar su propio género y orientación sexual de la manera que les parezca más adecuada. Pero ordenar estos sentimientos y pensamientos puede ser confuso y a veces atemorizante, tanto para los niños como para sus familias. Por otra parte, a los niños que tienen dudas les suele ir mejor cuando cuentan con el apoyo de sus familias.
¿Qué significa tener dudas?
Es normal que los niños muy pequeños experimenten con la identidad de género, pero “tener dudas” en este contexto se refiere a niños mayores y jóvenes adultos que están en el proceso de explorar su identidad de género y/o su orientación sexual. En el caso de los jóvenes, cuestionarse acerca de por quién se sienten atraídos (su orientación sexual) y acerca del género con el que se identifican (hombre, mujer u otro género), se ha convertido en algo cada vez más común. Una encuesta reciente (en inglés) muestra que aproximadamente 1 de cada 6 estadounidenses de entre 18 y 23 años se identifica como algo diferente a heterosexual. Cuando los jóvenes están tratando de averiguar dónde encajan dentro de este espectro se suele decir que están “cuestionándose” (questioning, en inglés).
Para saber más sobre la terminología que los jóvenes suelen utilizar para describir la orientación sexual y la identidad de género, consulta este glosario del National LGBT Health Education Center.
¿Qué ayuda a los niños cuando se están cuestionando?
Los expertos en salud mental destacan la importancia de brindar apoyo incondicional en casa a los jóvenes que se están cuestionando su identidad u orientación sexual. Eso significa hacer saber a tu hijo o hija de manera explícita que los quieres, los aceptas y los apoyas, incluso si tú estás confundido o molesto por sus pensamientos y sentimientos.
La mayoría de los niños probablemente no van a salir directamente a decirte que tienen dudas sobre quién los atrae o que no se sienten bien en el cuerpo en el que nacieron. Sentirse lo suficientemente cómodos como para revelar estos sentimientos a sus amigos o a sus padres, o incluso a sí mismos, puede ser un proceso largo y difícil. Incluso cuando los padres captan señales en sus hijos (cosas que dicen, cambios en su forma de vestir, cosas que publican en las redes sociales, comentarios de otros padres) no es buena idea presionar a los niños para que hablen al respecto.
Así que en lugar de decir algo como “¿crees que tal vez seas gay?” o “he notado que te has estado vistiendo de forma diferente”, es mejor hacer preguntas abiertas y dejarles claro que estás ahí en caso de que lo necesiten. Podrías decir: “Espero que sepas que estoy aquí para ti pase lo que pase, y que puedes hablar conmigo sobre cualquier cosa que te esté sucediendo”. También les puedes hacer saber a los niños que si prefieren hablar con alguien fuera de la familia, tú podrías programar una cita con un terapeuta.
Lo mejor es mantener la conversación ligera y tratar de no insistir. Acércate una vez al mes. Dale la oportunidad de decirte si hay algo de lo que le gustaría hablar contigo. Los adolescentes necesitan espacio para resolver las cosas por sí mismos, pero sabiendo que cuentan con el apoyo de sus padres o cuidadores.
Haz énfasis en la aceptación
Incluso sin tener que discutir el tema con tus hijos de manera directa, puedes hacerles saber que en la familia se aceptan todas las identidades de género y orientaciones sexuales. Esto podría incluir hacer un verdadero esfuerzo por utilizar los pronombres correctos de otras personas, hablar cotidianamente en la familia sobre las personas no heterosexuales o no conformes con el género, de manera abierta y sin juzgar, e incluso analizar el contenido que ven juntos en los medios de comunicación. Si ven a un personaje de televisión sincerarse con su familia acerca de su orientación sexual podrías aprovechar la oportunidad para decir algo como: “Es fantástico que se hayan sentido cómodos de sincerarse con su padre. Espero que ustedes también sientan que pueden acudir a mí si tienen preguntas o quieren hablar conmigo sobre su género o sexualidad”.
Cuando un niño empieza a expresar sus ideas acerca de su identidad, es importante que los padres respeten esas ideas y se conecten con ellos. Comienza por estar realmente abierto a lo que ellos tienen que decir: simplemente escúchalos sin emitir juicios. Puede ser incómodo al principio, y no pasa nada si es así. Lo importante es escuchar, hacerles saber que te tomas en serio sus sentimientos y dejarse guiar por ellos.
Eso incluye utilizar los pronombres o nombres que te pidan que uses, incluso si todavía están averiguando qué es lo adecuado para ellos. “Siempre que me encuentro con una familia o un niño con estas preocupaciones, utilizamos las palabras que los adolescentes eligen”, dice Emma Woodward, PhD, psicóloga clínica del Child Mind Institute.
Riesgo de desafíos de salud mental
El hecho de que tu hijo tenga dudas no significa que esté incómodo o molesto por esto. Pero estos pensamientos y sentimientos pueden ocasionar desafíos de salud mental como la depresión y la ansiedad, y los niños LGBTQ+ corren un mayor riesgo de tener estos trastornos, especialmente si se sienten rechazados por sus familiares o compañeros.
Es importante que los padres se den cuenta cuando un niño parece constantemente preocupado o retraído, cuando no quiere ver a sus amigos, no duerme ni come bien o ha perdido el interés por las actividades que solía disfrutar. Estos son signos de desafíos de salud mental que pueden o no estar relacionados con el género o la identidad sexual. Si estos síntomas duran más de unas semanas, y en especial si parecen empeorar, puede ser el momento de conseguir ayuda de un terapeuta.
Los niños que parecen tener un alto nivel de angustia en torno a las cuestiones de género podrían estar experimentando algo llamado disforia de género. Los niños con disforia de género sienten intensamente que son del género equivocado, y esos sentimientos pueden causar una intensa necesidad de cambiar de género.
Es importante señalar que ser transgénero no es un trastorno de salud mental. Y no todas las personas transgénero experimentan disforia de género. Pero los niños que sí tienen disforia de género tienen un mayor riesgo de suicidio, especialmente si su familia y amigos no los aceptan con el género con el que ellos se identifican. El tratamiento puede marcar una gran diferencia para los niños con disforia de género, y los terapeutas pueden ayudar a las familias a buscar opciones para quienes están considerando la transición a un género diferente.
Lidiar con el acoso
Los niños que están cuestionándose también pueden ser objeto de bullying. Tanto si tus hijos hablan contigo de manera abierta sobre su género e identidad sexual como si no lo hacen, es importante estar preparado para defenderlos. Si sospechas de acoso, empieza por hablar con tu hijo o hija sobre lo que están experimentando y cómo quieren manejarlo. Es mejor obtener el consentimiento de los niños antes de hablar sobre acoso con su maestro. Al mismo tiempo, puedes hacerles saber que es importante que se defiendan y que tú estás dispuesto a respaldarlos: “No tenemos que hacerlo inmediatamente, pero puede que tengamos que hablar con tu maestro si esto sigue ocurriendo”. Más adelante, podrías considerar la posibilidad de acudir con el director si sus preocupaciones no son atendidas después de abordarlas con el maestro.
Incluso si no tienes preocupaciones específicas sobre el acoso escolar, puede ser útil abordar el tema en tu próxima conferencia de padres y maestros.
Cómo manejar tus propios sentimientos
Es normal que experimentes sentimientos perturbadores si tus hijos se cuestionan su género o su sexualidad. Es posible que te sientas ansioso por los retos que podrían tener que enfrentar, por cómo compartir la noticia sobre su identidad con la familia extensa o por cómo apoyar a un niño cuya identidad es diferente a la tuya. En particular, los padres de niños que se plantean cambios en su identidad de género pueden tener una sensación de duelo (por ejemplo, por la hija que imaginaron que tendrían: quien se supone que llegaría al altar con un vestido blanco).
Todos estos sentimientos son válidos, pero los padres deben tratar de evitar que se interpongan en el proceso de apoyo a su hijos. Aprender más sobre las identidades y experiencias LGBTQ+ puede ayudar, así como unirse a un grupo de apoyo para padres de niños en situaciones similares. PFLAG (en inglés), una organización para personas LGBTQ+ y sus seres queridos y aliados, son todos buenos lugares para empezar.
También puedes considerar la posibilidad de trabajar con un terapeuta para procesar tus propios sentimientos por separado de tu hijo. “Es especialmente importante que este tipo de trabajo los padres lo hagan por su cuenta, con su propio proveedor”, dice la Dra. Woodward. Los sentimientos de los padres “pueden hacer que el niño sienta mucha culpa y vergüenza. Son sentimientos complicados, pero no es responsabilidad del niño manejar las respuestas emocionales de sus padres”.
Por último, es útil recordar que las identidades de los niños que están cuestionándose pueden evolucionar a medida que siguen explorando su género y su sexualidad, por lo que los padres no deben esperar que las etiquetas o los pronombres que elijan los niños para sí mismos se mantengan fijos necesariamente. El objetivo no es conseguir que el niño se instale en una identidad, sino más bien apoyarlo a través de toda la exploración que considere adecuada para él. “Realmente se trata de seguir su ejemplo sobre cómo se identifican y con qué lenguaje se sienten cómodos”, dice la Dra. Woodward. Todos los padres quieren que sus hijos se sientan seguros, felices y queridos. Y ser comprensivos, abiertos e informados es la mejor manera de que los padres ayuden a que sus hijos tengan esa experiencia.