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¿Cómo podemos ayudar a los niños con el trastorno del aprendizaje no verbal?

Podemos enseñarles los patrones que no están captando de manera intuitiva.

Escrito por: Caroline Miller

Experto clínico: Scott Bezsylko

in English

Los niños que tienen el trastorno del aprendizaje no verbal o TANV se enfrentan a una gran variedad de desafíos para aprender. Todos ellos involucran problemas para reconocer patrones, pero hay muchos tipos diferentes de patrones con los que podrían tener problemas: patrones visuales, patrones sociales, razonamiento abstracto, conceptos matemáticos, habilidades de organización.

Algunos niños se ven afectados en muchas áreas, otros en pocas. Por eso, el primer paso para ayudar a los niños con TANV es comprender cómo afecta el trastorno a cada uno en lo individual. ¿Cuáles son los principales déficits a los que se enfrenta un niño en particular?

Evaluar los déficits

En la Winston Preparatory School, que ha desarrollado un plan de estudios muy exitoso para niños con TANV, la evaluación es el primer paso. Cada estudiante con el trastorno es evaluado en cinco áreas: conciencia visual y espacial, comprensión de orden superior, comunicación social, conceptos matemáticos y funciones ejecutivas.

Esta evaluación es un paso fundamental, explica Scott Bezsylko, director ejecutivo de la Winston Prep, porque la mayoría de los niños, y también la mayoría de sus padres, llegan a la escuela sin entender qué es lo que les dificulta el aprendizaje. Una vez que los niños tienen una idea clara de su perfil particular de aprendizaje, se sienten aliviados y empoderados. “En lugar de una larga lista de síntomas que los hace querer darse por vencidos y renunciar —dice Bezsylko— tienen un perfil de aprendizaje que los maestros pueden usar para enseñarles de manera específica”.

La evaluación también tiene un beneficio emocional muy poderoso, dice Bezsylko. “Debido a que nos esforzamos tanto por comprenderlos, suelen sentir que por primera vez realmente los entendemos. Y eso puede cambiar de manera sorprendentemente rápida el panorama acerca de quiénes son. Al fin saben lo que necesitan, cómo pedir ayuda y qué esperar de ellos mismos”.

Enseñar las habilidades que faltan

En la Winston Prep, una vez que se identifican los síntomas específicos del niño, es colocado con otros niños que tienen los mismos déficits. Eso también tiene un efecto positivo en los estudiantes, señala Bezsylko. Por primera vez están en clase con otros estudiantes que se parecen a ellos. No están solos, y los maestros pueden centrarse en desarrollar las habilidades específicas que les faltan, siguiendo todas las áreas temáticas del plan de estudios.

“Los ayudamos todo el día, cada día, en todas las materias, sin importar cuáles sean sus áreas principales de déficit”, dice Bezsylko.

Y la intervención es consistente, lo cual es un factor crucial. Cada uno de sus maestros en cada área temática abordará esos déficits de la misma manera, usando los mismos métodos de enseñanza. “Igual que como cuando a los niños con con dislexia se les dan muchos ejercicios y práctica sobre las reglas del lenguaje —dice Bezsylko— les brindamos a los niños con TANV una gran cantidad de inmersión y práctica para que puedan distinguir entre la idea central y los detalles, entre lo que es esencial y lo que no lo es”.

Proporcionarles el paso a paso

Ya sea que estén estudiando biología, el inicio de la Segunda Guerra Mundial o Huckleberry Finn, el trabajo en clase se centra en entender las cosas que a los estudiantes les podrían parecer poco estructuradas, y encontrar el patrón o paso a paso. Otros niños lo hacen de forma intuitiva, pero a los niños con TANV se les tienen que enseñar estos patrones, y ellos luego los tienen que usar para entender las cosas nuevas o complicadas.

La esperanza es que con el tiempo se vuelvan tan conscientes del paso a paso que deben seguir que, incluso cuando no conozcan el contenido específico de una situación o de un problema, comenzarán a buscar los patrones por su cuenta.

Y si los niños se encuentran en una situación en la que no cuentan con el paso a paso, y fracasan —señala Elizabeth Mendelsohn, directora de operaciones y directora de investigación de Winston Prep— “saben que necesitan averiguar cuál es el patrón, cuál es el paso a paso, para que no les suceda la próxima vez”.

Aprendizaje social

La comunicación social también se basa en conocer el paso a paso, y en Winston Prep las habilidades sociales se toman con tanta seriedad como las académicas. “Si un estudiante tiene un malentendido social con un compañero, un maestro de Winston no lo ve como algo separado de la comprensión de los conceptos en la clase de historia”, explica Bezsylko. Hacen la autopsia de la situación con el estudiante para averiguar lo que pasó por alto, o leyó mal, acerca de la situación.

“Tomamos las situaciones, las analizamos, los ayudamos a entender lo que realmente sucedió, lo hacemos una y otra vez hasta que internalizan el patrón”, dice Bezsylko. Pero, en comparación con otros patrones, los sociales son los más difíciles porque están cargados de emociones. “Cuando los niños se sienten heridos, lastimados y victimizados, y responden a eso emocionalmente, con frecuencia se involucran en situaciones poco propicias para el aprendizaje”.

Lo que los padres pueden hacer

Los padres pueden seguir estas mismas estrategias en casa cuando su hijo o hija tenga un desacuerdo con algún hermano, o tenga un problema con una tarea, dice Bezsylko. “Sus dificultades con los conceptos no son sólo en ciencias o educación física, donde tienen problemas para participar en los juegos”, dice. “Afectan la forma en que interactúan con sus amigos y la forma en que interactúan con sus padres”.

A veces es un desafío para los padres, dice, porque lo toman como algo personal. “Cuando los niños son inflexibles, tendemos a pensar que están siendo desafiantes o irrespetuosos. Pero a menudo no es así, simplemente no están entendiendo y están teniendo la misma reacción ante un malentendido que la que tú podrías tener”.

Fomentar la exploración

Cuando los niños con TANV se encuentran en situaciones para las cuales no tienen el paso a paso, puede ser aterrador y un gran desafío para ellos. Es probable que actúen de manera impulsiva o incorrecta, o que se aíslen. Pero protegerlos demasiado del fracaso puede, en última instancia, debilitar su potencial.

Para ayudarlos a aprender a manejar las situaciones nuevas con desenvoltura, es importante darles a los niños oportunidades para que intenten y fracasen, explica Bezsylko. Necesitan experimentar con situaciones nuevas, y participar en la resolución de los problemas que les presentan estas situaciones. Se les debe permitir tener dificultades y tropezar en una situación en la que cuenten con apoyo. Tienen que aprender a recuperarse del fracaso.

Por eso Bezsylko cree que es importante que los niños con estos trastornos vean que los adultos también se enfrentan a situaciones difíciles. “No deberían pensar que solamente ellos tienen problemas”, señala. “Todos tenemos nuestras cosas en las que nos sentimos incómodos. Deberíamos hablar de eso con ellos, hacerles saber que no pasa nada, ayudarlos a ser resilientes”.

Ser transparentes en cuanto a los pasos que tú sigues cuando intentas resolver un problema, por ejemplo, puede ayudar a los niños a que aprendan el paso a paso para la resolución de problemas. “Pensar en voz alta, demostrar que tú también tienes que resolver las cosas, puede revelar el proceso”, señala. “A menudo no saben realmente lo que significa resolver algo”.

Este es el segundo de una serie de artículos sobre el trastorno del aprendizaje no verbal, desarrollados en colaboración con Winston Preparatory School (en inglés), una escuela en el área de Nueva York que ha asumido un papel protagonista en el trabajo con los estudiantes con el trastorno.

La última revisión de este artículo se realizó el 28 de agosto de 2024.