Para retirar los medicamentos a un niño se debe contar con la orientación de un médico y seguir un programa de reducción de la dosis. Asegúrese de que el médico haya identificado los efectos secundarios a los que usted debería prestar atención y elija un momento en el que las demás cosas en la vida de su hijo estén estables.
Cómo retirar el medicamento a los niños
Consejos para asegurarse de que su hijo tenga una buena transición
in EnglishLo que aprenderá
- ¿Cuándo es conveniente dejar de medicar a un niño?
- ¿Qué debe preguntarle al médico de su hijo cuando vaya a suspender los medicamentos?
- ¿Qué debe tener en cuenta cuando se le retira la medicación a un niño?
Lectura rápida
Lo más importante a la hora de retirar la medicación a un niño es hacerlo despacio y seguir los consejos de su médico. Dejarla rápidamente a veces puede provocar efectos secundarios desagradables. La excepción es el caso de los medicamentos estimulantes para el TDAH, como el Adderall y el Ritalin. Estos medicamentos se eliminan rápidamente del cuerpo del niño, así que está bien dejar de tomarlos de golpe.
Hay algunas razones por las que puede tener sentido que un niño deje la medicación. Puede ser que hayan superado el problema que el medicamento estaba tratando. O puede que sus síntomas hayan mejorado a tal grado que ya no necesiten los medicamentos. El médico puede ir reduciendo poco a poco la cantidad que toma el niño y ver cómo le va.
Otra razón para dejarlo es si su hijo ha tomado la medicación durante un tiempo y no está mejorando. En ese caso, el médico podría retirársela para probar otra cosa. O si a su hijo no le está yendo bien, el médico podría retirarle todos los medicamentos para asegurarse de que éstos no sean la causa de los problemas.
El médico de su hijo puede ayudarlo a determinar cuándo y cómo debe suspender la medicación. Hable con el médico sobre los efectos secundarios a los que debe estar atento y cómo saber si su hijo está mejorando. Es mejor dejar los medicamentos cuando otras cosas en la vida de su hijo estén estables. El periodo de vacaciones no es un buen momento porque existen pausas en la rutina.
Hable también con su hijo sobre suspender la medicación. Asegúrese de que la ha estado tomando como se le indicó antes de que usted decida suspenderla, ya que los niños a veces se olvidan de tomar sus medicamentos. Explíquele también por qué cree que tiene sentido dejarlo y asegúrese de preguntarle a su hijo cómo se siente mientras lo está dejando.
Cuando se considera un medicamento para un niño con problemas emocionales o de comportamiento, la forma en que se empieza es muy importante. De igual modo, la forma cómo se detiene es igual de importante. Con la mayoría de los medicamentos psicoactivos, es importante que su disminución sea gradual en lugar de suspenderlos rápidamente.
Esto no significa que su hijo sea adicto a los medicamentos, sino que el cerebro se ha acostumbrado a un nivel estable de medicamento y necesita tiempo para adaptarse gradualmente al funcionamiento sin ellos. Si el cambio se realiza abruptamente, puede causar efectos secundarios desagradables o confusos.
“Al cerebro no le gusta que lo empujen o jalen rápidamente en cualquier dirección, –observa el Dr. Ron Steingard, psiquiatra de niños y adolescentes del Child Mind Institute. –Por lo tanto, incluso si no se conocen los síntomas de abstinencia asociados con un medicamento en particular, generalmente no es una buena idea suspenderlos abruptamente”.
Hay algunas excepciones a la regla de ir lento: los medicamentos que actúan con tanta rapidez que abandonan el sistema de su hijo en cuestión de horas, en lugar de acumularse en el cerebro para producir el efecto terapéutico. Los medicamentos estimulantes para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad o TDAH, por ejemplo, se desvanecen del cuerpo del niño durante la noche, explica el Dr. Steingard, en lugar de acumularse. El niño esencialmente no tiene medicamento en su cuerpo cuando se levanta todas las mañanas. Pero los antidepresivos, los medicamentos contra la ansiedad y los medicamentos antipsicóticos están diseñados para acumularse a fin de mantener un nivel deseable en el cerebro, y estos deben reducirse gradualmente.
No todos los niños tendrían efectos secundarios desagradables si ellos suspendieran el medicamento rápidamente, señala el Dr. Steingard, pero algunos sí podrían experimentarlos, y no hay forma de saber qué niños podrían verse afectados. La mejor manera de minimizar ese riesgo es ir despacio.
¿Por qué suspender el medicamento a un niño?
Hay una serie de razones por las que usted y su médico pueden decidir que su hijo deje de tomar un medicamento:
- Ha dejado de presentar síntomas: Muchos niños que tienen TDAH (ADHD, por sus siglas en inglés), dejan de experimentar los síntomas a medida que crecen y es posible que no necesiten el medicamento, o la misma cantidad de medicamento cuando son adolescentes o adultos.
- Sus síntomas y comportamiento se han estabilizado: Si un niño está tomando medicamentos para la depresión, ansiedad o el comportamiento disruptivo, y los síntomas han disminuido, puede ser una buena idea, después de un período de meses que ha estado estable, tratar de disminuir con cautela o descontinuar el medicamento. Esto es algo que debe revisarse cuidadosamente con su médico ya que puede haber instancias en las que la continuación del medicamento sea importante. Al igual que con la diabetes, algunos problemas continúan durante mucho tiempo y pueden requerir medicamentos a largo plazo.
- El medicamento no está funcionando: Después de un período de prueba suficiente, si un medicamento no está ayudando a su hijo, es posible que su médico quiera quitarlo y considere otro medicamento, un tratamiento diferente o una reevaluación del diagnóstico.
- Limpieza: A veces, cuando un niño está pasando por un momento particularmente difícil, en especial si se trata de un comportamiento extremo o peligroso que podría requerir hospitalización o tratamiento residencial, los medicamentos son retirados para confirmar qué síntomas persisten y para asegurarse de que los medicamentos no están causando ninguno de los síntomas.
Cosas a tener en cuenta al suspender el medicamento
Lo más importante a tener en cuenta, señala el Dr. Steingard, es que usted no querrá alejar a los niños de medicamentos que realmente puedan ayudarlos por haberlos comenzando o suspendido muy abruptamente, generando con ello efectos secundarios desagradables.
- No suspenda los medicamentos de un niño sin la orientación de un médico ni un plan para disminuir la dosis.
- No quite más de un medicamento a la vez.
- No asuma que cada cambio en el comportamiento de su hijo es el resultado de haber retirado el medicamento. Esté atento a otros cambios en su vida que puedan afectar su comportamiento.
- Asegúrese de que su médico haya identificado los efectos secundarios que debe tener en cuenta y cualquier señal de que deba preocuparse.
- Explíquele a su hijo por qué se le está retirando el medicamento y supervise cómo se siente.
- Usted y su médico deben identificar las cosas que controlará para evaluar qué tan bien está su hijo sin los medicamentos y si los síntomas problemáticos son recurrentes.
- Para disminuir el medicamento, elija un momento en el que otras cosas en la vida de su hijo estén estables. Debido a que los niños reaccionan a los cambios en su rutina, los días festivos y las vacaciones no son un buen momento para suspender los medicamentos.
- Debido a que suspender el medicamento puede provocar la reaparición de los síntomas que el medicamento estaba tratando, no elija un momento estresante o difícil para el niño, como cuando se prepara para ir la universidad lejos de casa.
- Si su hijo se ha recuperado de una crisis con la ayuda de medicamentos, no se apresure a quitárselos. Suspender un medicamento demasiado pronto puede aumentar sus posibilidades de recurrencia.
- Antes de decidir que un medicamento no está funcionando, asegúrese de que el periodo de prueba haya durado lo suficiente y de que la dosis haya sido lo suficientemente alta como para determinar si funcionará. Esto puede tomar varios meses para algunos medicamentos.
- Antes de decidir que un medicamento no está funcionando, asegúrese de que su hijo haya estado tomando el medicamento según lo recetado. Es común que los adolescentes que son responsables de tomar sus medicamentos se descuiden al hacerlo.
Qué esperar si su hijo deja de tomar estos medicamentos
Las cosas a tener en cuenta mientras se retiran los medicamentos a un niño dependen del tipo de medicamento involucrado.
- Medicamento estimulante para el TDAH: Los estimulantes como Ritalin (Metilfenidato) y Adderall (Dextroanfetamina) actúan con tanta rapidez que esencialmente salen del cuerpo del niño diariamente. No necesitan reducirse gradualmente.
- Medicamentos no estimulantes para el TDAH: Si su hijo deja de tomar un medicamento como Tenex (Guanfacina) o Kapvay (Clonide), que se desarrollaron originalmente para tratar la presión arterial alta, su presión arterial puede aumentar y el pulso puede acelerarse, pero no debería ser a niveles peligrosos. Se recomienda disminuir progresivamente.
- Antidepresivos: Los medicamentos como Prozac (Fluoxetine) y Zoloft (Sertraline), deben ser disminuidos durante varios meses para minimizar el riesgo de síntomas leves similares a la gripe que a veces ocurren con estos medicamentos.
- Medicamentos contra la ansiedad: La abstinencia debe ser gradual para el grupo de medicamentos llamados benzodiazipinas, que incluyen Xanax (Alprazolam) y Klonopin (Clonazepam). El efecto secundario clave que se minimizará cuando se retire de estas drogas es la ansiedad.
- Medicamentos antipsicóticos: medicamentos como Risperdal (risperidona) y Abilify (aripiprazol) deben reducirse gradualmente durante un período de tiempo. Si el medicamento se retira demasiado rápido, el niño podría tener secreción nasal, diarrea y calambres. La mayor preocupación a tener en cuenta es el regreso del comportamiento agresivo o peligroso, que el medicamento fue diseñado para mantener bajo control.
Para evitar los efectos secundarios debe tener mucho cuidado al comenzar con un medicamento, tómese el tiempo suficiente para desarrollar la dosis correcta y efectiva. Y sea igualmente cauteloso al suspender un medicamento, disminuyéndolo de manera gradual, para evitar la incomodidad o una experiencia negativa que podría, innecesariamente, generar una actitud negativa en su hijo.