Señales de que tu hijo podría estar enfrentando baja autoestima, ansiedad o depresión, y cómo ayudar.
Clinical Expert: Laura Phillips, PsyD, ABPdN
in EnglishEs común que los niños que tienen una discapacidad del aprendizaje (LD) sientan frustración, tristeza, ansiedad o vergüenza. Si notas señales de que tu hijo tiene dificultades en este sentido, intenta entender qué le preocupa de manera específica.
A veces los niños sienten molestia porque piensan que son “tontos”. Esto es común antes de recibir el diagnóstico. Algunos niños también siguen preocupándose por ello después. Asegúrate de que tu hijo sepa qué es una discapacidad del aprendizaje. Escuchar que una discapacidad del aprendizaje no tiene nada que ver con la inteligencia puede ser muy importante. Piensa también en los mensajes que le transmites. Si percibe que tú crees que es malo tener una discapacidad del aprendizaje, sentirá lo mismo.
En el caso de niños que se preocupan por llamar la atención en clase debido a su discapacidad, es útil pedir ayuda a los maestros. Tal vez puedan esperar a que tu hijo levante la mano, en lugar de preguntarle directamente. O tal vez el maestro pueda evaluar su capacidad de lectura en privado. También puede ser una buena estrategia crear una señal sencilla que tu hijo pueda utilizar cuando necesite ayuda. Asegúrate también de que tu hijo esté recibiendo las adaptaciones escolares que necesita.
Algunos niños con discapacidades del aprendizaje se agotan porque tienen que esforzarse más que sus compañeros. Dedicar tanto tiempo a algo difícil puede causarles frustración. Ayuda a tu hijo a establecer metas pequeñas y alcanzables. De este modo, verá evidencias de que está haciendo progresos, lo que aumentará su motivación.
Asegúrate de que tu hijo también pase tiempo haciendo cosas en las que destaca, como los deportes o las artes. A medida que su talento crezca también aumentarán su autoestima y su felicidad.
Cuando a los niños se les diagnostica una discapacidad del aprendizaje, normalmente nos preocupamos por cómo esto afectará su rendimiento escolar. Lo que solemos no pensar, pero deberíamos, es cómo el hecho de tener una discapacidad del aprendizaje podría afectarlos en lo emocional.
No todos los niños con una discapacidad del aprendizaje sienten frustración, tristeza o ansiedad, pero es bastante común que atraviesen al menos por un período en el que tienen dificultades emocionales. No es fácil para los niños cuando ven que se están quedando atrás en relación a sus compañeros de clases. Incluso si fingen no darse cuenta, o que no les importa, tener dificultades en la escuela puede ser una experiencia desalentadora. Estas son algunas señales de que los niños podrían estar teniendo dificultades emocionales:
Algunas de las señales, como llorar o sentir preocupación, pueden ser evidentes, mientras que otras, como portarse mal, con mayor frecuencia son malinterpretadas. Laura Phillips, PsyD, neuropsicóloga del Child Mind Institute, explica la dinámica. “A veces los niños prefieren ser el niño ‘malo’ en vez del niño ‘tonto’, o prefieren ser el payaso de la clase. Están tratando de desviar la atención de sus dificultades académicas, o están tratando de tener una actitud de ‘no me importa’, como una forma de salvar su reputación”.
Además de ayudar a que los niños obtengan ayuda para un problema de aprendizaje (fortalecer habilidades y encontrar estrategias que aprovechen sus fortalezas), los padres deberían pensar en las necesidades emocionales del niño. Si ves señales de que tu hijo está teniendo dificultades, trata de entender qué le preocupa de manera específica. A continuación, se presentan las tres razones más comunes por las que los niños con una discapacidad del aprendizaje se podrían sentir mal, y qué hacer al respecto.
Esto es particularmente importante durante el período antes de que un niño reciba undiagnóstico.
Un conjunto específico de señales y síntomas que, en conjunto, definen un trastorno. En el caso de los trastornos psiquiátricos, los criterios se basan en las normas establecidas en el Diagnostic and Statistical Manual (DSM).
Los niños suelen notar si no están aprendiendo al mismo ritmo que los demás, y pueden asumir que es porque no son inteligentes. Desafortunadamente, los niños pueden seguir creyendo que no son inteligentes incluso después de que se les diagnostique una discapacidad del aprendizaje.
Qué hacer:
Relacionado con los genes, las unidades específicas de ADN que determinan la composición básica de una persona.
La última cosa que la mayoría de los niños quieren es ser diferentes de sus amigos. Por lo tanto, cuando alguien los saca de la clase para recibir tutoría o el maestro los llama para ayudarlos en algo que piensan que no podrán hacer, pueden sentir vergüenza y tener la sensación de que están llamando la atención. Estas experiencias día tras día pueden dañar la autoestima de un niño y hacer que tengan miedo de ir a la escuela.
Qué hacer:
Desafortunadamente, las discapacidades del aprendizaje implican que los niños necesitan esforzarse más que sus compañeros. Esto podría significar tener que dedicar más tiempo a la tarea, recibir tutorías y trabajar con un terapeuta educativo. Pasar tanto tiempo dedicándose a algo que les cuesta puede hacer que sientan frustración y resentimiento. También puede conducir a una disminución de la motivación en la escuela.
Qué hacer:
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