Señales que podrían pasar desapercibidas a simple vista.
in EnglishLos maestros suelen ser los primeros en darse cuenta de que un niño tiene un trastorno del aprendizaje. A veces las señales son fáciles de detectar, como cuando un estudiante se quedó atrás en la lectura. O una niña que a pesar de sus esfuerzos sigue reprobando en los exámenes. Pero otras veces las señales son más difíciles de detectar. Y eso puede significar que quienes necesitan ayuda no la reciban.
Por lo general, hay una gran brecha entre lo que se supone que los niños con trastornos del aprendizaje deberían poder hacer y lo que realmente pueden hacer. Por ejemplo, un estudiante que escribe ensayos asombrosos pero que apenas puede completar tareas básicas de matemáticas. O una niña que da grandes respuestas en clase pero no puede plasmar sus ideas en papel. Estas brechas hacen que a menudo se les etiquete de flojos o se les diga que simplemente necesitan esforzarse más, lo que puede dañar su autoestima. Saber a qué prestar atención puede ayudar a padres y maestros a obtener la ayuda necesaria.
Los estudiantes que necesitan constantes recordatorios de qué es lo siguiente que deben hacer podrían estar teniendo problemas con una habilidad llamada memoria funcional, que se refiere a la tarea de recordar y procesar información nueva: un problema común en niños con trastornos del aprendizaje. También pueden tener problemas con el manejo del tiempo, así como con las transiciones, o parecer desorganizados.
Otras señales comunes de una diferencia de aprendizaje incluyen dificultad para seguir instrucciones, problemas para prestar atención y no entregar las tareas a tiempo o simplemente no hacerlas. También es una señal cuando reprueban los exámenes, especialmente aquellos para los cuales tú sabes que han estudiado, .
Si un estudiante se comporta con timidez (no habla en clase o se sienta en la última fila), podría estar tratando de ocultar un problema de aprendizaje. Otros estudiantes podrían hacer lo contrario, comportarse de forma inapropiada para desviar la atención de sus dificultades o fingir que no les importa la escuela. Algunos estudiantes podrían incluso faltar a una clase en particular, no ir a la escuela en general o sentirse “enfermos” más a menudo que lo habitual.
Ayudar a los estudiantes con problemas de aprendizaje a obtener la ayuda que necesitan puede suponer una gran diferencia tanto en la escuela como fuera de ella, y a lo largo del tiempo.
Los maestros suelen ser los primeros en darse cuenta de que un niño o niña podría tener un trastorno del aprendizaje. A veces, las señales son fáciles de detectar, por ejemplo, cuando un estudiante no avanza en lectura. O una niña, quien a pesar del esfuerzo evidente que hace, parece que no puede dominar las tablas de multiplicar. Pero las señales no siempre son tan claras. Además, muchos niños hacen grandes esfuerzos por ocultar sus dificultades, debido a que les avergüenza no poder hacer ciertas cosas que parecen fáciles para otros niños.
Estas son algunas señales menos evidentes de trastornos del aprendizaje a los que prestar atención en el salón de clase.
Si notas que a un estudiante, a quien le debería estar yendo bien (ya sea en una materia específica o en su desempeño escolar en general), no le está yendo bien, eso podría ser una señal de algún trastorno del aprendizaje.
Esto se describe a menudo como una discrepancia entre la habilidad y la capacidad, es decir, una brecha entre lo que el estudiante debería poder hacer y lo que realmente puede hacer.
Algunos ejemplos de cómo se puede manifestar esta brecha en el aula incluyen:
Cuando a un niño o niña no le va tan bien en la escuela como se esperaría, puede parecer que están flojeando o que simplemente no se esfuerzan, cuando en realidad puede que estén luchando con un trastorno del aprendizaje. Las personas adultas con problemas de aprendizaje recuerdan las muchas veces que les dijeron (antes de recibir su diagnóstico) que no se estaban esforzando lo suficiente. Los estudiantes que parecen no estar esforzándose puede que en realidad estén haciendo un enorme esfuerzo, pero sin éxito, o tal vez estén tratando de ocultar una deficiencia que les resulta vergonzosa.
Si a un estudiante se le tiene que estar recordando constantemente qué es lo siguiente que debe hacer, podrías pensar que no está prestando atención, aunque en realidad podría ser una señal de que está teniendo dificultades con lo que se llama “memoria funcional”: retener, procesar y utilizar información nueva. Este es un problema común en niños con trastornos del aprendizaje.
Otras señales a tener en cuenta incluyen:
Los estudiantes que tienen trastornos del aprendizaje a menudo tratan de ocultar sus dificultades tanto a sus maestros como a sus compañeros. Incluso si están logrando mantenerse al día con el trabajo escolar (con esfuerzo adicional), esto puede afectar mucho su autoestima. Si un estudiante muestra una timidez excesiva durante la clase (se retrae en proyectos grupales, se sienta en la fila de atrás o hace todo lo posible por evitar tener que ir al pizarrón o responder una pregunta en clases) puede que esté tratando de ocultar un problema de aprendizaje.
También es importante recordar que ocultarse no siempre es lo que parece. De hecho, en algunos casos puede parecer todo lo contrario. Hay estudiantes que se encogen, esperando que nadie note su presencia, pero hay otros que se portan mal, en un intento por desviar la atención de sus deficiencias. Hacen payasadas, se comportan de manera desafiante o pretenden ser “demasiado geniales” como para preocuparse por su desempeño escolar.
Los estudiantes con trastornos del aprendizaje suelen tener dificultades para completar la tarea a tiempo, o definitivamente no la hacen. Los problemas con las tareas escolares ocurren por varias razones:
Todos los niños pueden perder alguna tarea de vez en cuando, pero si un estudiante no entrega su tarea de manera recurrente, es momento de prestar más atención a lo que está sucediendo.
Los niños que tienen discapacidades del aprendizaje a menudo tienen problemas con el manejo del tiempo, las transiciones y la organización. Estos problemas pueden causar dificultades tanto en la escuela como en casa. Las señales reveladoras a las que prestar atención incluyen:
La mayoría de los niños sienten ansiedad ante los exámenes de vez en cuando, pero si un estudiante parece tener más problemas de lo esperado, puede ser un indicio de que tiene un trastorno del aprendizaje. Algunas cosas a las que prestar atención:
La escuela puede ser un campo minado emocional para los estudiantes con trastornos del aprendizaje. Desde tener que esforzarse por mantener el ritmo de sus compañeros hasta retrasarse en los trabajos escolares, las oportunidades para sentirse mal consigo mismos pueden ser abrumadoras.
Los estudiantes que tienen trastornos del aprendizaje suelen hacer todo lo posible por evitar situaciones escolares que les causan ansiedad o estrés. Algunas señales de evitación a las que prestar atención incluyen:
Ayudar a los estudiantes con discapacidades del aprendizaje a obtener la atención y el apoyo que necesitan para desempeñarse bien y sentirse mejor los beneficiará en el futuro, tanto en la escuela como fuera de ella.
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