Usted puede manejar los problemas de comportamiento durante las festividades al decirles a sus hijos lo que se espera de ellos antes de salir de casa. Por ejemplo, les puede decir explícitamente que no está permitido correr en casa de los abuelos. Además, puede intentar mantenerlos ocupados, programar algún momento tranquilo durante la reunión para evitar que estén demasiado sobreestimulados y hablar con los anfitriones con antelación para que sus expectativas sean realistas.
Cómo eliminar el estrés de las reuniones familiares
Consejos para ayudar a los niños a dar lo mejor de sí mismos y también a divertirse.
Expertos clínicos: Rachel Busman, PsyD, ABPP , Dr. Steven Dickstein
in EnglishLo que aprenderá
- ¿Qué puede hacer para preparar a su hijo para una reunión de la temporada de festividades?
- ¿Cómo manejar las expectativas de los familiares?
- ¿Cómo ayudar a los niños que son quisquillosos para comer en las reuniones familiares?
Lectura rápida
Se supone que las festividades son eventos familiares felices, pero muchas veces pueden ser muy estresantes. Estas son algunas cosas que los padres pueden hacer para que la temporada festiva se desarrolle con mayor tranquilidad.
Se pueden evitar muchos problemas de conducta si les dice a sus hijos exactamente lo que se espera de ellos en casa de los tíos o de los abuelos. Es bueno ser tan específicos como sea posible. Es igual de importante informar a sus familiares y amigos lo que pueden esperar de su hijo. Y es bueno hacerles saber que no les corresponde juzgar o corregir a su hijo.
Si su hijo se sobreestimula por el ruido o las personas, es una buena idea encontrar un lugar donde pueda ir a relajarse y tomarse un descanso. Para los niños con mucha energía, puede ser útil proporcionarles muchas actividades para hacer en el auto, así como programar descansos para que puedan bajarse a correr.
No se debería obligar a los niños que no les gusta que los toquen o los abracen, o que no les gusta hablar con personas que no conocen. Y a los anfitriones de las reuniones hay que decirles cuáles son los límites del niño y no exigirles más.
Si usted tiene un hijo que es muy quisquilloso con la comida, tal vez quiera llevar algún alimento que le guste mucho, sobre todo si la fiesta está centrada en la comida. Usted puede animarlo a probar algo nuevo, pero al menos así sabrá que no pasará hambre.
A todos los padres les encantaría que sus hijos se hicieran mejores amigos de los primos que ven en las fiestas. Pero eso no ocurre solamente porque los niños tengan la misma edad. Los padres pueden enseñar a los niños que, aunque no les caiga bien un familiar, deben ser educados.
Sepa que ninguna festividad va a ser perfecta. Si usted y su hijo pueden salir con uno o dos buenos recuerdos, usted habrá hecho un buen trabajo.
Sabemos por las canciones y las películas que las festividades se supone que deben ser un momento emocionante y significativo para que las familias se reúnan y celebren las cosas que valoran. Dedicamos tiempo, tanto a los rituales religiosos como a las tradiciones familiares, damos gracias, y, por supuesto, más adelante, damos regalos. Pero a veces las reuniones festivas son menos mágicas y, más bien, resultan estresantes.
Las vacaciones de la escuela y el trabajo significan un descanso de la rutina, algo de lo que dependen tanto los niños como los padres. Muchas familias viajan (con lo que se enfrentan al tráfico o a largos viajes en avión) para asistir a una o más reuniones familiares con parientes que han visto pocas veces pero que esperan besos y una actualización de las novedades. Además, la mayoría de estas ocasiones incluyen alimentos preparados con extraños vegetales.
¿Cómo pueden los niños con ansiedad o que se frustran con facilidad esperar sobrevivir a todo esto? Hemos compilado una lista de consejos para ayudar a todos los niños y padres a disfrutar de esta temporada.
Minimice posibles conflictos sobre el comportamiento
Sus hijos conocen las reglas de su casa, pero entre la emoción y la novedad de la casa de un pariente, el buen comportamiento se puede convertir en víctima de las circunstancias. Tenga siempre una conversación con sus hijos antes de salir de casa sobre cómo espera que se comporten, y no tema ahondar en detalles.
“Saber cuáles son las reglas en la casa de otra persona siempre es útil para los niños”, dice el Dr. Steven Dickstein, psiquiatra de niños y adolescentes. “Así como saben que hay que comportarse de forma diferente en la iglesia o sinagoga que en la cancha de baloncesto, también necesitan saber cuáles son las reglas en la casa de la abuela”. Si usted tiene alguna pregunta sobre las reglas de la casa, no dude en preguntar.
Hable antes con sus anfitriones
Además de preparar a sus hijos, a veces es necesario preparar a sus familiares para que sepan qué esperar. “Un niño que tiene problemas de conducta en la escuela los tendrá también en casa de la abuela”, advierte el Dr. Dickstein. “Por lo tanto, asegúrese de que sus expectativas sean realistas. Como padre, nunca debe poner a sus hijos en una situación en la que estén condenados al fracaso”.
El Dr. Dickstein también recomienda aplazar o suspender los juicios. “Advierta a los miembros de su familia sobre temas delicados, del mismo modo que les advertiría si su hijo tuviera una alergia a los frutos secos”, aconseja el Dr. Dickstein. Si tiene una adolescente que se preocupa por su cuerpo, nadie debería regañarla por hacer puré las papas. Si su hermano no cree que el TDAH sea real, no es el momento de discutirlo.
Planifique con anticipación para tener un poco de paz y tranquilidad
Para los niños que se sobreestimulan con facilidad o que son sensibles a cosas como el ruido y las multitudes, Rachel Busman, PsyD, psicóloga clínica, recomienda hacer los arreglos necesarios para poder usar otra habitación cuando necesiten un descanso. “Durante las reuniones familiares queremos lograr un equilibrio entre ser sociables con los parientes y saber que, si las cosas se vuelven demasiado abrumadoras e intensas, hay un lugar para tomar un descanso y estar tranquilos”.
Mantenga ocupados a los niños
A los niños les gustan las actividades estructuradas, y probablemente las echarán de menos mientras están fuera de la escuela. Afortunadamente, las festividades se prestan para proyectos de arte y películas familiares que los niños disfrutan. Incluso se pueden iniciar nuevas tradiciones familiares como cortar y decorar galletas de azúcar o lanzar una pelota al aire libre.
Si viaja con un niño que necesitará estar sentado en el auto durante mucho tiempo, la Dra. Busman aconseja hacer una maleta con múltiples actividades, sobre todo si el niño tiene mucha energía. “No crea que cuatro o cinco actividades serán suficientes, porque podría acabar con esas cosas incluso antes de llegar a la autopista”, dice.
Cuando se viaja, la Dra. Busman también recomienda planificar los descansos, aunque no sea un viaje tan largo. “Los niños que se ponen inquietos o tienen dificultades para controlar su conducta impulsiva realmente podrían sentirse mejor si se bajan del auto y corren un poco durante unos minutos”.
Los padres deben tener expectativas sociales diferentes para cada niño, y si es necesario, comunicarlas a su familia extendida. “Hay que evitar los abrazos y besos obligatorios o los pellizcos en la mejilla para los niños que no están acostumbrados a eso o que no les gusta”, dice el Dr. Dickstein.
Los niños con mutismo selectivo no deben ser presionados para hablar durante las reuniones familiares (y los familiares tampoco deben esperar que hablen). Si usted tiene un niño autista que ha estado trabajando en sus habilidades sociales, tal vez pueda acordar con los demás que él se sentará junto a usted en la mesa y hablará con personas que le sean conocidas: se debería poder esperar que los demás lo entiendan.
Llevarse bien con los primos y otros niños que no ven a menudo puede ser un desafío. El hecho de que los niños tengan casi la misma edad no significa que serán amigos de manera natural pero deben tratar de llevarse bien, con el apoyo de los adultos si es necesario. Si su hija se frustra fácilmente cuando no se sale con la suya, anímela a compartir y a ser educada con sus primos, y hágale saber que debe acudir con usted si surge algún conflicto que no puedan resolver de manera amistosa.
El Dr. Dickstein dice que las reuniones familiares pueden ser un momento de aprendizaje. “Hágale saber a los niños que la familia es importante y que a veces hay que tratar con personas que no nos gustan, pero que en la medida de lo posible debemos tratar de convivir. Como padres, es probable que ustedes también lo estén haciendo con sus familiares, así que pueden ser un ejemplo de buen comportamiento social”.
Piense en el menú
Las reuniones familiares centradas en la comida pueden suponer una gran presión para los niños que son quisquillosos para comer o que tienen problemas sensitivos que limitan su dieta. Si va a cenar en casa de otra persona y sabe que el menú será un problema, la Dra. Busman sugiere que lleve consigo algo que usted sepa que su hijo comerá.
Tenga una conversación con su hijo con anticipación para tranquilizarlo, explicándole: “Sé que vamos a ir a la casa de tu tía y que habrá algunos alimentos diferentes allí, pero nos aseguraremos de llevar algunas cosas que te gusten. Sería genial si pudieras probar algo nuevo también”. Explorar nuevos alimentos es bueno para los niños, pero no debería ser lo más importante.
Controle sus expectativas
Tanto la Dra. Busman como el Dr. Dickstein están de acuerdo en que manejar sus propias expectativas acerca de cómo “deberían” ser las fiestas es el paso más importante en cualquier reunión durante esta temporada festiva. “Como padres, debemos analizar con nosotros mismos cuáles son nuestras expectativas y no hacerlas extensivas a nuestros hijos”, dice la Dra. Busman. “Sería genial si los niños pudieran sentarse a la mesa y comer una buena cena navideña o de fin de año con nosotros, pero probablemente no querrán quedarse quietos durante mucho tiempo. Es importante apreciar que los niños pueden encontrar diversión en otras cosas, como ver una película con sus primos o correr afuera. Y eso está bien”.
El Dr. Dickstein aconseja identificar una o dos cosas que a usted le gustaría que sus hijos obtuvieran de las fiestas (una idea, un valor, un recuerdo de hacer algo especial juntos como familia) y trabajar para lograrlo. “Pero sobre todo, dese un respiro”, dice. “No se puede hacer feliz a todo el mundo, y las vacaciones perfectas no existen. Recuerde todas esas comedias de Hollywood sobre reuniones familiares desastrosas. Hay una razón por la que son graciosas”.