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Consejos para ayudar a niños con necesidades especiales a cambiar de escuela

Cómo disminuir la ansiedad ocasionada por las transiciones.

Escrito por: Beth Arky

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Con el nuevo año escolar en el horizonte, la mayoría de los padres se están dedicando en este momento a abastecerse de ropa y carpetas para el otoño. Pero quienes tienen hijos con necesidades especiales tienen algo más que compras en mente. A medida que se despiden del verano y se preparan para el regreso a clases, los niños y adolescentes con autismoTDAHdiscapacidades del aprendizaje o problemas de ansiedad van a necesitar más apoyo que los niños con un desarrollo típico. Y además, si tu hijo está haciendo la transición a un entorno menos (o más) restrictivo, esa necesidad será aún mayor.

Cuando creas junto con el equipo de educadores el Programa de Educación Individualizado (IEP) de tu hijo, el objetivo debe ser siempre ofrecerle todo el apoyo que necesite para aprender y crecer en el entorno que sea menos restrictivo. Por ejemplo, tal vez el equipo del IEP determinó que tu hijo tiene la preparación necesaria para pasar de una clase de estudiantes con necesidades especiales pequeña y separada, con una proporción muy baja de estudiantes por maestro, a un entorno menos restrictivo. Esto podría significar una clase más grande en la que la mayoría de los estudiantes tengan un desarrollo típico y haya menos personas adultas a cargo del salón. Este nuevo entorno requeriría que tu hijo sea más independiente y tenga una mejor organización y autorregulación. Por el contrario, es posible que se haya acordado que tu hijo se beneficiaría de un entorno más pequeño y restrictivo, en el que tal vez se contemplen terapias adicionales.

“El cambio es inevitable y debería ser el objetivo”, dice Kim Wombles, quien tiene tres hijos en el espectro autista”. El cambio debe ser visto como señal de progreso”. Wombles ha tenido que cambiar a su hijo mayor de un lado al otro, hacia entornos menos y más restrictivos. “Si el entorno más restrictivo es el lugar adecuado, es más fácil”, dice. Aun así, “todo da miedo, sea cual sea la dirección”.

Pero con planificación y una actitud proactiva, puedes hacer mucho por aliviar el estrés de tu hijo, por no hablar del tuyo. Ten en cuenta que estos consejos se tienen que adaptar a la edad, los retos y el nivel de desarrollo de tu hijo:

La comunicación es clave

Hazle saber a tu hijo que no hará esto sin ayuda. Asegúrale que los cambios suelen hacer sentir nerviosas a muchas personas, incluso a ti, pero que una nueva escuela o entorno puede significar también  diversión y nuevas relaciones. Pide a otras personas (familiares, amistades, terapeutas, niñeras) que hablen también con tu hijo acerca de la emoción y la ansiedad que provoca probar cosas nuevas. “Cuanta más información se pueda dar al niño —dice Wombles— más se sentirá en control de la situación. Es importante hacer que los niños se sientan a gusto, así como ayudarles a imaginar variaciones en el plan para que sepan qué hacer si algo no sale como estaba previsto”.

Destaca lo positivo

No tienes que exagerar con frases como “te va a encantar tu nueva escuela”, pero puedes ayudar a tu hijo a centrarse en las cosas buenas del cambio, y al mismo tiempo reconocer que seguramente va a extrañar a sus antiguas amistades. (Si lo consideras pertinente, asegúrale que programarás citas de juegos para que se puedan seguir viendo). Demuéstrale el orgullo que sientes por este gran paso y háblale de cómo este nuevo entorno le ayudará con sus fortalezas (y limitaciones).

Obviamente, esto es más fácil de hacer cuando tú aceptas el cambio. Tal vez sientes enojo y resentimiento hacia la antigua escuela porque te dijeron que tu hijo no se puede quedar, lo que tal vez condujo a una colocación más restrictiva, y puede que lo estés viendo como un retroceso. Pero si tienes algún sentimiento negativo, guárdalo para ti: no es justo cargar a tu hijo con tus propias emociones.

Los niños con necesidades especiales de por sí tienen más probabilidades de tener una baja autoestima, así que procura plantear cualquier transición de la mejor manera posible. Y ten en cuenta que un niño podría necesitar hacer varias transiciones hasta que se establezca en el entorno más adecuado.

Familiariza a tu hijo con su nuevo entorno

Es posible que tu hijo ya haya asistido a clases en su nueva escuela durante uno o varios días como parte del proceso de solicitud. Un padre, Phil, dice que la visita de medio día exigida por la escuela antes de admitir a su hijo Peter lo ayudó a pasar fácilmente de una clase regular a un entorno más restrictivo de 12 estudiantes, un maestro y un ayudante. Peter “se sentó en la clase en la que finalmente fue colocado, así que pudo conocer al maestro y algunos de esos estudiantes estuvieron en su clase el siguiente otoño”, dice.

Tanto si tu hijo tuvo esa oportunidad como si no, es algo que debes tener en cuenta para el futuro. También hay otras maneras de ayudar a tu hijo a sentirse a gusto. Pregunta si pueden recorrer los pasillos, para que pueda echar un vistazo a los salones y posiblemente conocer a sus maestros y otros profesionales. Pregunta si puedes tomar videos o fotos que puedan revisar más tarde. Antes de entrar en el edificio, caminen por el recinto, recorran la ruta del autobús y, si la escuela tiene un sitio web, invita a tu hijo a revisarlo contigo.

Joslyn Gray, que tiene un blog como Stark.Raving.Mad.Mommy, cree que su “Little Dude”, un niño de 5 años con Asperger, está preparado para la transición a un kínder convencional de día completo con muchos apoyos”. Ella está entusiasmada con el cambio, pero teme dejar el “capullo” de los salones especializados, donde hay “menos posibilidades de bullying, menos posibilidades de que otro niño se asuste completamente por algo que haga Little Dude, menos posibilidades de que alguien se ría de él, o lo haga sentir mal, o lo aterrorice sin querer”. Para facilitar la transición, están visitando el nuevo edificio una vez a la semana hasta que empiecen las clases “para ayudarlo a familiarizarse con la distribución, el personal de la oficina, etc. También hemos estado jugando en ese patio casi exclusivamente, para que sienta que es “su” patio”.

Utiliza historias sociales y horarios

Si tienes un hijo en el espectro autista, es posible que ya conozcas las Social Stories™ (historias sociales) creadas por Carol Gray. Pero los niños con otros diagnósticos también las pueden encontrar reconfortantes y fortalecedoras. En una historia social, que puede ser corta y sencilla, tu hijo es el protagonista, y utiliza la narración, las fotos y los dibujos para prepararse para cualquier situación, como unas vacaciones, una primera visita al dentista, incluso el uso de un baño público. Una historia sobre el comienzo de una nueva escuela o clase puede incluir cosas que le podrían causar nerviosismo (o el hecho de que otros niños también podrían sentir nerviosismo), los nombres de sus maestros, maneras de hacer amistades y recordatorios sobre las cosas que le gustaban de la escuela, es decir, las computadoras, los libros de la biblioteca, etc. Si puedes conseguir esas grabaciones de video durante la visita, las puedes incorporar también.

Otra cosa que puede ser de gran ayuda es utilizar calendarios, ya que permiten concretar las tareas previstas y dividir los días y las semanas en partes manejables. Averigua de antemano todo lo posible sobre el día escolar de tu hijo para poder incorporar esos detalles. “Una vez que se programe un evento —dice Wombles— empezamos a planificarlo sin que sea ese centro de atención abrumador. Va en el calendario, hablamos de eso de vez en cuando y, si requiere preparación, calculamos con cuánta antelación hay que empezar a prepararlo.”

Organiza citas de juegos antes de que empiece la escuela

Normalmente, los niños que asisten a la escuela local ya tienen algunas amistades, o al menos reconocen caras familiares cuando entran en sus nuevos salones. Pero muchos niños y adolescentes con necesidades especiales tienen que desplazarse a escuelas fuera de su vecindario, por lo que no tienen esa ventaja. Tú puedes aliviar un poco el estrés al organizar reuniones con otros niños que vayan a asistir o que ya estén asistiendo a la nueva escuela de tu hijo. Consulta las redes sociales para encontrar padres con ideas afines. Puedes sentar las bases de nuevas amistades tanto para tu hijo como para ti. Estos padres “entenderán” a tu hijo y no lo juzgarán, además estarás ampliando tu red de información.

Relacionado: Niños que necesitan un poco de ayuda para desarrollar amistades

Lean libros atractivos de preparación para la escuela

Gray dice que la mayoría de las cosas que está haciendo para ayudar al “Little Dude” son los mismos pasos que siguen los padres para sus hijos de desarrollo típico. Además de hacer que sus hermanas mayores cuenten historias sobre lo bien que la pasaron en el kínder y la cantidad de amistades que hicieron allí, nosotros “estamos leyendo La señorita Bindergarten se prepara para el kínder. Otros títulos son Yoko and My Kindergarten, ambos de Rosemary Wells (Max & Ruby), así como I Am Too Absolutely Small for Kindergarten, de Lauren Childs.

A los niños que están comenzando la middle school les puede gustar Invisible Inkling, de Emily Jenkins, sobre un niño que tiene que lidiar con un bully y con el hecho de que una de sus amistades más cercanas se muda. Para estudiantes que están a la mitad de la middle school, consulta The Detention Club, de David Yoo, en el que dos mejores amigos se enfrentan a la transición desde la escuela primaria hacia la middle school.

Informa a maestros y terapeutas sobre tu hijo

Los nuevos profesionales necesitan tiempo para conocer a tu hijo y empezar a identificar sus fortalezas y limitaciones. Dan Coulter, quien ha producido videos sobre cómo es vivir con Asperger, dice que tú puedes acelerar este proceso proporcionándoles un documento informativo breve y fácil de digerir. Coulter, quien fue diagnosticado con Asperger de adulto, después de haber recibido el diagnóstico de su hijo, sugiere limitarse a una página, lo que aumenta las posibilidades de que los ocupados maestros lo lean. “¿Cuáles son las cosas más importantes que quieres que sepa el maestro de tu hijo?”, pregunta. “Considera poner los puntos clave en un resumen en la parte superior del documento”. Si es posible, intenta reunirte con el nuevo maestro o maestros de tu hijo lo antes posible. El documento informativo ayudará a enfocar la conversación.

Por supuesto, nada de este trabajo de preparación garantiza que tu hijo se resista, al menos por un tiempo. “Algunos días siente entusiasmo por el kínder y otros dice que no quiere ir”, cuenta Gray sobre Little Dude. “Eso, al menos, parece completamente típico”.

La última revisión de este artículo se realizó en 4 de julio de 2025.

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