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Cómo ayudar a los niños a volver a la rutina escolar

Con elogios, comprensión y algo de estructura puedes aligerar el nerviosismo del regreso a clases.

Escrito por: Lianna Wilson, MA, and Sarah Straus, MS

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A medida que el verano se acerca a su fin y la escuela empieza a asomarse en el horizonte, pensamos que estos breves recordatorios te pueden ayudar a facilitar la transición de la playa al aula tanto para ti como para tu hijo.

Validación: Hazle saber a tu hijo que su nerviosismo o aprensión acerca del comienzo de la escuela es algo normal. A todos los niños (¡y a las personas adultas también!) les cuesta volver a la rutina del año escolar. Saber que no es la única persona a quien le ocurre esto ayudará a tu hijo a sentirse escuchado y comprendido.

Rutinas matutinas: Un cambio común que se presenta al comenzar el año escolar es la nueva rutina matutina. Para ayudar a tu hijo a salir adelante con éxito en esto, revisen cómo será su rutina matutina durante el año escolar. De esta forma, tu hijo sabrá qué sucederá y tendrá expectativas claras que serán muy valiosas en los momentos de presión antes de salir de casa hacia la escuela. Establece pasos simples, bien definidos y fáciles de seguir, de modo que tu hijo tenga una idea clara de qué se espera que haga y no le cueste seguirlos. Tener un horario sencillo de revisar, tal vez con imágenes, puede involucrar a tu hijo y proporcionar una guía visual maravillosa de lo que necesita hacer a continuación. Dar elogios específicos cuando completa cada uno de los pasos le permite saber que a ti te gusta lo que estás viendo. Esto aumentará las posibilidades de éxito de tu hijo en el futuro y ayudará a desarrollar su autoestima.

Tareas escolares: Otra transición que puede ser difícil después de las vacaciones de verano es la hora de la tarea. Al igual que la rutina matutina, proporcionarle a tu hijo un horario estructurado puede ayudar a que mantenga su concentración y motivación. Completar la tarea apenas termine la escuela y con el apoyo continuo de papá o mamá permite aprovechar las horas de luz del día y brindar incentivo, motivación y ayuda cuando sea necesario. Los refrigerios o alimentos para picar son una excelente manera de mantener la energía de tu hijo mientras resuelve esos complicados problemas de matemáticas. Es cierto que algunos niños tienen horarios ocupados, con prácticas deportivas, clases de música o actividades después de la escuela, lo que puede dificultar la concentración en la tarea. Hacerle saber a tu hijo que tú comprendes el arduo trabajo que está realizando y brindarle comentarios positivos frecuentes por su esfuerzo puede ayudar a que se motive a hacer la tarea.

Hora de acostarse: La hora de ir a la cama es una de las transiciones más difíciles. Los niños se pueden haber acostumbrado a irse a dormir más tarde y/o despertarse más tarde durante el verano, por lo que puede que les cueste aclimatarse al nuevo horario escolar. Al igual que con la rutina de la mañana, tener un horario nocturno puede ayudar a crear una estructura para tu hijo. Proporciona a tu hijo expectativas claras, instrucciones sencillas paso a paso y elogios cuando complete cada paso. Los recordatorios visuales también pueden ser útiles mientras realiza su rutina. La mayoría de los niños quieren más tiempo para ver su programa de televisión favorito o para terminar el último nivel de un videojuego, y establecer límites de tiempo puede ser una excelente manera de definir el tiempo de descanso que necesitan cada noche.

Y si encuentras que estas transiciones son más difíciles de lo esperado o necesitas ayuda o apoyo adicional, ¡nuestras puertas en Child Mind Institute siempre están abiertas!

La última revisión de este artículo se realizó en 22 de julio de 2025.