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Cómo establecer límites al tiempo de pantalla

Consejos para priorizar el bienestar de los niños y reducir las peleas.

Escrito por: Hannah Sheldon-Dean

Expertos clínicos: Dave Anderson, PhD , Stephanie A. Lee, PsyD

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Establecer reglas en torno al tiempo de pantalla nunca es fácil. ¿Cómo saber cuánto es demasiado? ¿Y hay alguna manera de lograr que los niños acepten las nuevas reglas?

No hay una respuesta correcta cuando se trata de manejar el tiempo frente pantallas. Pero nuestros expertos tienen algunos consejos para ayudarlo a establecer expectativas razonables, apoyar a su hijo y, lo más importante de todo, darse usted mismo un respiro.

Priorice el bienestar

Cuando usted se pone a pensar en el papel que desempeñan las pantallas en la vida de su hijo, puede ser tentador empezar a contabilizar el tiempo que pasa en la televisión o en TikTok. Pero David Anderson, PhD, psicólogo clínico en el Child Mind Institute, recomienda pensar en términos del bienestar integral de su hijo y centrarse en cómo pasa su tiempo en general.

El Dr. Anderson propone la idea de que los padres utilicen una “lista de verificación de desarrollo” que les permita evaluar si el niño está realizando actividades importantes para tener un desarrollo saludable. La lista de cosas a incluir dependerá de las circunstancias de cada familia, pero la idea es enumerar las actividades a las que su hijo necesita dedicar tiempo para poder mantenerse feliz y saludable. Pregúntese:

  • ¿Está mi hijo durmiendo lo suficiente y llevando una dieta balanceada?
  • ¿Está haciendo algún tipo de ejercicio todos los días?
  • ¿Está pasando tiempo de calidad con la familia?
  • ¿Se mantiene en contacto con amigos?
  • ¿Está interesado en la escuela y se mantiene al día con las tareas?
  • ¿Dedica tiempo a los pasatiempos y las actividades extracurriculares que le importan?

Si puede responder afirmativamente a la mayoría de estas preguntas, probablemente no sea un gran problema que su hijo vea un episodio extra (o tres o cinco) de su programa favorito.

Lo contrario también es cierto. Si su hijo adolescente se pasa todo el tiempo solo en su habitación, revisando las redes sociales, “eso podría ser una señal de depresión”, dice el Dr. Anderson. O si su hijo pasa tanto tiempo jugando que usted no logra que haga ejercicio o que se alimente correctamente, es una señal de que es necesario intervenir. “Si lo que le preocupa es que su hijo pase demasiado tiempo frente a la pantalla, en realidad no se trata de cuánto tiempo es”, señala el Dr. Anderson. “Se trata de las actividades que no está haciendo por estar frente a la pantalla”.

Establezca límites razonables

Después de trabajar con la lista de verificación del desarrollo, usted podría decidir que necesita establecer algunos límites nuevos al tiempo que sus hijos pasan frente a la pantalla, o tomar más en serio los límites antiguos que se fueron quedando en el camino. Pero las reglas no tienen que ser rígidas o extremas para que sean útiles. Pruebe estas técnicas para establecer límites saludables y mantener las peleas al mínimo:

  • Comience con compasión. El tiempo de pantalla no estructurado es una fuente importante de consuelo y entretenimiento para muchos niños. Decirles a sus hijos que usted comprende sus necesidades es una forma sencilla de reducir el estrés para todos. “Puede decirles: ‘Mira, sé que necesitas un descanso. Sé que necesitas relajarte’”, dice el Dr. Anderson. “Hágales saber que una parte de su tiempo de pantalla es libre para que ellos hagan lo que quieran”.
  • Ofrezca tiempo de pantalla adicional como premio. Intente utilizar el tiempo de pantalla adicional como incentivo por buen comportamiento. Si opta por esta vía, asegúrese de que su hijo sepa exactamente qué necesita hacer para ganar el tiempo extra. Usted y su hijo pueden incluso escribir juntos el objetivo y colocarlo en su espacio de trabajo como recordatorio.
  • Piense en alternativas. “Cuando les decimos a los niños que no hagan algo, casi siempre tenemos que decirles qué deben hacer en su lugar”, dice Stephanie Lee, PsyD, psicóloga clínica del Child Mind Institute. La Dra. Lee recomienda elaborar con su hijo un “menú de actividades” que enumere sus actividades preferidas sin pantalla (como las manualidades, la lectura o jugar con una mascota). De este modo, cuando se sientan aburridos o abrumados, tendrán opciones fáciles a su alcance.
  • Mantenga un horario. También puede ser útil establecer momentos específicos del día o de la semana en los que sus hijos sepan que podrán recurrir a las pantallas. Por ejemplo, tal vez los 30 minutos antes de la cena estén siempre abiertos para el tiempo de pantalla. Este tipo de estructura ayuda a los niños a saber qué esperar y reduce sus exigencias de utilizar las pantallas en otros momentos. Además, le da a usted espacio para programar otras tareas en un momento en el que sabe que sus hijos estarán ocupados.
  • Modele el uso saludable de las pantallas. Si usted se esfuerza por dejar de lado sus propias pantallas durante los horarios establecidos, será más probable que sus hijos hagan lo mismo sin oponer resistencia. Además, tomar descansos de la tecnología tiene el beneficio añadido de ayudar a limitar su propio consumo de medios y le proporciona momentos de atención plena para sus hijos.
  • Enfatice la conexión. “La American Academy of Pediatrics recomienda que los niños menores de dos años no pasen tiempo frente a pantallas (excepto en los momentos en que tengan videollamadas con familiares)”, dice el Dr. Anderson. Las videollamadas con la familia pueden ser una fuente de conexión para usted, y también pueden significar una manera de mantener las relaciones, especialmente para los niños pequeños. Preparar a su hijo para conversar con familiares también puede brindarle la oportunidad de tener un momento de relajación o de hacer otras cosas, lo cual puede beneficiar a toda la familia.

Mantenga el rumbo

Una vez que haya establecido un sistema, puede que sus hijos se opongan a él. “Tal vez estén de mal humor los primeros días”, dice el Dr. Anderson. “Le rogarán mil veces, se enojarán. Esto es lo que se llama un estallido de extinción”. Es natural, explica el Dr. Anderson, que los niños intenten poner a prueba los límites nuevos, para confirmar si son firmes. Pero si usted puede apegarse a su plan y tolerar su irritabilidad por un par de días, las resistencias se desvanecerán a medida que los niños se acostumbren a su nueva rutina. En la medida de lo posible, evite hacer excepciones a las reglas en la primera o segunda semana después de haberlas implementado.

Estos son algunos consejos para hacer que las nuevas reglas (o las reglas que se acaban de instaurar otra vez) se mantengan:

  • No discuta. Cuando se trata del tiempo frente a pantalla, es posible que los argumentos y explicaciones razonables importen poco a los niños. “La realidad es que los padres quieren poner límites, y los niños no encuentran una razón para que los límites estén allí”, dice el Dr. Anderson. Por lo tanto, no se quede estancado en una discusión con los niños sobre cuál debería ser la regla. Una vez que ha sido establecida, no está sujeta a discusión.
  • Evite el sentimiento de culpa. Los niños suelen recurrir a argumentos clásicos para intentar tocar sus fibras más sensibles: “¡Todos mis amigos pueden jugar este juego el tiempo que quieran! ¿Quieres que me quede relegado?”. Tenga claro que sus reglas no lo están lastimando, y que dejarán este tipo de argumentaciones una vez que vean que usted no se mueve de su postura.
  • Elija el momento adecuado. Cambiar las reglas en un momento en que otras cosas también están cambiando puede facilitar que los niños las acepten. Por ejemplo, intente empezar con las nuevas reglas la primera semana de regreso a clases, no un miércoles lleno de actividades.
  • Recopile información y reevalúe. Para que los niños mayores y los adolescentes acepten una nueva regla sobre el tiempo de pantalla, puede ser útil adaptarse a sus deseos, bajo el entendimiento de que los pondrán a prueba. Por ejemplo, su hijo adolescente puede jurar que usar pantallas después de cierto tiempo no afecta su sueño, o que la tarea es más fácil con un amigo en videollamada. En casos como estos, usted podría darle a su hijo la oportunidad de probar su planteamiento y hacer un seguimiento de cómo funciona durante un par de semanas. ¿Se despierta a tiempo por la mañana? ¿Hace todos los deberes? Vea qué aprende y luego reajuste según sea necesario. “Si pueden mostrarle que estos objetivos para su bienestar aún se pueden lograr, incluso mientras tienen estos tiempos de pantalla, es fantástico”, dice el Dr. Anderson.

No sea duro con usted mismo, ni con sus hijos

No hay necesidad de apegarse a reglas rígidas en búsqueda de la perfección y, a veces, no seguirlas es la opción más práctica. Si relajar las reglas de las pantallas le da tiempo para trabajar, hacer ejercicio o simplemente dedicarse a usted mismo, acepte que esa puede ser la mejor decisión en este momento.

El Dr. Anderson pone el ejemplo de un padre que quiere limitar el tiempo de televisión de su hijo, aunque un episodio más le daría tiempo para poder hacer ejercicio. Si le dice al joven que no puede ver el episodio, él se pondrá de mal humor y el padre no podrá hacer ejercicio. “En ese caso —dice— probablemente el padre podría estar más disponible emocionalmente si le da a su hijo ese tiempo extra de pantalla, se cuida a sí mismo y después se reúnen”. Pensar en términos de las necesidades y los niveles de estrés de todos (¡especialmente los suyos!) puede ayudarlo a establecer límites realistas que funcionen en la práctica.

La última revisión de este artículo se realizó el 20 de junio de 2023.